Un día ella
estaba tumbada en la cama echada en él y le dijo:
-¿Me
prometes que siempre estarás junto a mí? Él se rió y la besó.
- Te lo
prometo.
-¿Por qué te
ríes?
–Porque es una tontería que te lo prometa.
-¿Por qué?
Ella lo miró con cara enfadada, sin entender por qué decía eso.
–Porque lo
iba a hacer sin que me lo pidieras.
Ella sonrió y pensó soy la chica más afortunada del mundo por el simple
hecho de que siempre lo voy a tener a mi lado. Si digo la verdad, hacían buena
pareja, parecían hechos el uno para el otro.
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