. El problema que tenía era que no confiaba en nadie y a ella eso le
fastidiaba bastante porque no podía confiar en ella. Él sabía que algún día lo
que tenían iba acabar, porque ella era tres años más joven y tenía que vivir
todavía la vida. Experimentar. Ella le decía que no, que para qué experimentar
si ya tenía el amor de su vida. Si algún día se acabara sería por algún motivo
enorme.Iban pasando el tiempo y la verdad que ella lo quería como el primer
día. Sí, era
adicta a su risa, a reír con él y a pasarse las horas haciéndole enfadar para
que le saque una sonrisa...Y que él después se riera. Esa sonrisa que me
encanta tanto, con esos hoyuelos y esas sonrisita de pillín.
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